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Impacto de IoT en los negocios, caso particular del sector financiero costarricense
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Serrano Villalobos, Rolando
Universidad Latina de Costa Rica
Facultad de Tecnolog�as de la Informaci�n y Comunicaci�n Profesor de la Escuela de Ingenier�a de Sistemas e Ingenier�a del Software rolando.serrano@ulatina.net
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Abstract
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The continuous technological evolution has fostered new forms of interaction between different actors through the Internet. The emergence of IoT (Internet of Things) allows a paradigm shift in which, not only, are people interacting through the Internet making transactions, but now smart devices can take information, share it, process it and make decisions based on� this information, this will undoubtedly change the way of business and the strategy of the companies to take advantage of this technology as a mechanism to increase their profits and participation in a new market.
The
Costa Rican financial sector, is an area that has more strongly incorporated
technological advances, in order to expand its provision of services through
the Internet, the IoT offers new possibilities, to which, this sector must be
prepared to face the challenges and demands of customers.
Resumen
La constante evoluci�n de la tecnolog�a ha propiciado nuevas formas de interacci�n entre los diferentes actores a trav�s de Internet. El surgimiento del IoT (Internet of Things) permite un cambio de paradigma en el cual, ya no solo, son personas interactuando a trav�s de Internet realizando transacciones, sino que ahora los dispositivos inteligentes pueden tomar informaci�n, compartirla, procesarla y tomar decisiones con base en dicha informaci�n, esto indudablemente cambiar� la forma de hacer negocios y la estrategia de las empresas, para aprovechar esta tecnolog�a como un mecanismo de incrementar sus ganancias y participaci�n en un nuevo mercado.
El sector financiero costarricense, es un �rea que ha incorporado con m�s fuerza los avances tecnol�gicos, con el fin de ampliar su prestaci�n de servicios a trav�s de Internet, el IoT, brinda nuevas posibilidades, a lo cual, este segmento debe estar preparado para afrontar los retos y demandas de los clientes.
Palabras Clave. IoT, Internet de las cosas, IoT en el sector financiero.
Conviene destacar, cual ha sido la evoluci�n tecno-cient�fica de los �ltimos 65 a�os; en donde, durante la �poca de postguerra, se introducen una serie de avances tecnol�gicos que fueron gestados como �caldo de cultivo�, con un objetivo militar en los a�os previos; sin embargo, sin saberlo quiz�s, propiciaron el auge de las ciencias computacionales, en un esfuerzo por mejorar los procesos de c�lculo y manejo de informaci�n. A mediados de los a�os 40�s aparece el primer computador comercial, conocido como la ENIAC, una mezcla electr�nica y mec�nica, como un esfuerzo gigante de la Universidad de Pensilvania, por automatizar el procesamiento de la informaci�n, la cual, utilizaba 167m2 de espacio y m�s de diecisiete mil tubos al vac�o; su capacidad computacional permit�a realizar 5000 operaciones de suma y aproximadamente 300 multiplicaciones por segundo.�
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ENIAC � Universidad de Pensilvania 1946.
Tomado de: http://www.seas.upenn.edu/aboutseas/eniac/history.php
El desarrollo de la tecnolog�a no se detuvo all�, por el contrario, se empezaron a idear nuevas formas y mecanismos para reducir el tama�o de los computadores y aumentar su capacidad transaccional, de manera que los transistores, vinieron a reemplazar los tubos al vac�o; ya se pod�an tener equipos con mayor capacidad computacional y una reducci�n considerable en el costo; esto aunado a los cambios y mejoras sustanciales en cuanto a los sistemas operativos y lenguajes de programaci�n, lo que permiti�, tener un mayor control del hardware y el desarrollo de aplicaciones de m�ltiples prop�sitos.
A mediados de los a�os 80 y con la incorporaci�n de los componentes integrados, permite dar otro salto cu�ntico y dejar de lado los transistores, el costo de los equipos de c�mputo se reduce a unos miles de d�lares, que, si bien es cierto, representaba una buena fortuna en esa �poca, pod�a ser accesible para un segmento mayor de poblaci�n.� Es aqu� en donde se produce un hito en la historia, la aparici�n del computador personal (PC), ahora la tecnolog�a estaba disponible a las personas, ya no era un privilegio de las Universidades o grandes empresas, cualquier persona con un PC, pod�a utilizar programas para realizar procesos de c�lculo, procesar documentos, almacenarlos y recuperarlos.� Este fen�meno masific� el uso de la computaci�n y permiti� el desarrollo de la tecnolog�a, abriendo un nuevo mercado y posibilidades de expansi�n a las empresas de fabricaci�n de computadores y el software requerido para su gesti�n y uso, tal como Microsoft, Apple, entre otros.
Otro elemento importante dentro de la historia, fue la potencializaci�n del uso de
Internet, la cual, surge como una evoluci�n de la red de ARPANET, pensada en los inicios de los 70�s como una red de fines militares ante la Guerra Fr�a y la posibilidad de una guerra nuclear entre Oriente y Occidente.� La guerra nuclear no se dio, pero la red permaneci�, la cual, fue utilizada posteriormente con fines acad�micos, dando lugar a la aparici�n de los lenguajes de hipertexto como HTML, los cuales, permitieron la creaci�n de p�ginas Web seg�n est�ndar establecido por la WWW (World Wide Web), lo que brind� una mayor facilidad para presentar texto, im�genes y dar formato a las p�ginas de hipertexto, que podr�an ser accedidas desde cualquier lugar del planeta; aqu� empieza el desarrollo de Internet.
En el a�o de 1994, llega Internet a Costa Rica, aun cuando los Millennials estaban apenas en la escuela y la Generaci�n Z, a�n no nac�a.� Es un cambio relativamente reciente en la poblaci�n costarricense, si tomamos en cuenta que apenas hace 24 a�os, no se ten�a acceso a Internet. Comercio electr�nico
El acceso a Internet cambio la forma de vida y h�bitos de consumo de la poblaci�n.� Si bien es cierto, a finales de los 90�s, las p�ginas Web eran meramente informativas, ya se empezaba a gestar un nuevo modelo de negocio, que utilizar�a al Internet como una plataforma comercial.� Uno de los primeros en visualizar este potencial fue Jeff Bezos, quien, desde la cochera de su casa, fund� una de las empresas m�s grandes en comercio electr�nico, la cual, inicialmente se llam� Kadabra.com y posteriormente cambiar�a su nombre por Amazon.
Para inicios de los a�os 2000, las empresas financieras costarricenses, impulsaron una estrategia orientada a la Banca en l�nea, utilizando la plataforma de Internet como medio de publicaci�n de informaci�n y capacidad transaccional.� El primer Banco en publicar un sitio Web en Costa Rica, fue el Banco de Costa Rica, con una interfaz meramente informativa, poco despu�s el Banco Nacional, present� su sitio Web, pero con una diferencia significativa, inclu�a transacciones de consulta de saldos de cuentas y la posibilidad de realizar transferencias de fondos entre cuentas.� Esto vino a dar un giro, en la forma en la cual se realizar�an a partir de all� las transacciones electr�nicas y financieras en el pa�s, ya que cada vez m�s, se incorporaron nuevas entidades financieras con presencia en l�nea, y a su vez, crec�a la cantidad y posibilidad de transacciones y servicios a trav�s de
Internet.
Los servicios en l�nea han adquirido cada vez m�s popularidad, contribuyendo a la reducci�n de los costos operativos por requerimientos de infraestructura y personal, versus la facilidad, ubicuidad y costo de las transacciones electr�nicas.
En la actualidad, no se visualiza una entidad financiera, que no posea una plataforma para la realizaci�n de transacciones o utilizaci�n de servicios financieros a trav�s de Internet.
En otro hito hist�rico, en la �ltima d�cada, se ha cambiado la forma de utilizaci�n de
Internet, ya no solamente como informaci�n y comercio electr�nico, sino que ahora, se brinda como una prestaci�n de servicios tecnol�gicos en lo que se ha denominado �Cloud� o Nube.� El enfoque del Cloud, est� asociados a consumir servicios tecnol�gicos, tales como infraestructura (IaaS), software (SaaS) o incluso plataformas tecnol�gicas (PaaS) que son consumidas como servicios, sin tener que incurrir por parte de los usuarios en costos de propiedad, mitigando los riesgos y maximizando la inversi�n, ya que �nicamente paga por lo que consume.
Seg�n Brown (2009), la definici�n mayormente aceptada y que abarca las caracter�sticas m�s importantes de computaci�n en la nube es la de National Institute of Standards and Technology
(NIST) �Cloud computing es un modelo que permite acceso a redes bajo demanda, para compartir un conjunto de recursos de computaci�n configurable (es decir, redes, servidores, almacenamiento, aplicaciones y servicios) que pueden ser r�pidamente provistos o liberados con un m�nimo esfuerzo de administraci�n o interacci�n con los proveedores de
servicio.�
Bajo el marco de esta definici�n, Mell y
Grance (2011), puntualizan cinco caracter�sticas esenciales:
� Autoservicio a demanda: el consumidor se aprovisiona autom�ticamente de los recursos seg�n sus necesidades.
� Amplio acceso a redes: el acceso a los recursos se realiza por medio de diferentes plataformas clientes.
� Puesta com�n de recursos: los recursos son compartidos por medio de m�ltiples clientes, usando mecanismos de virtualizaci�n y abstrayendo la ubicaci�n exacta de los recursos.
� R�pida elasticidad: los recursos son adicionados o liberados de forma r�pida, de manera de se aprovechan al m�ximo posible.
� Medici�n de Servicios: los recursos utilizados son medidos, controlados y monitorizados, de forma transparente, para poder ser facturados.
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Esta tecnolog�a de Cloud Computing, presenta otras posibilidades que son utilizadas para potenciar servicios o nuevas tecnolog�as, como lo es el uso de dispositivos m�viles, desarrollo de Apps (Aplicaciones que pueden ser consumidas por m�ltiples dispositivos).
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En sinton�a con el avance tecnol�gico y cient�fico, aparece en la palestra, un nuevo modelo, el IoT (Internet of Things); el Internet de las cosas, busca la interacci�n de dispositivos a trav�s de Internet, permite el intercambio de informaci�n, procesamiento y toma de decisiones, con una amplia gama de usos, que van desde las aplicaciones m�dicas, deportes, control de tr�fico, hasta la posibilidad de que los dispositivos puedan realizar transacciones de compra en Internet.
Seg�n Earl Perking (2014), analista de Gartner Group, estim� que, para fines de 2017, m�s del 20% de las empresas contar�an con servicios de seguridad digital dedicados a proteger las iniciativas comerciales que utilizan dispositivos y servicios en Internet of Things.
2. Desarrollo
El IoT en las organizaciones, en realidad no es algo nuevo, sino que ha venido evolucionando y penetrando, de manera que a veces ni siquiera nos percatamos del cambio, seg�n indica Pedro Gonzalo (2017), en la industria m�dica y sanitaria, el IoT debe convertirse en una prioridad, de manera que se pueda definir una estrategia centralizada y dise�ar un plan para la integraci�n de los dispositivos, con el fin de aprovechar de una mejor forma esta tecnolog�a, obteniendo beneficios como: mejoras en eficiencia y agilidad, innovaci�n permitiendo una transformaci�n digital que permita un manejo adecuado y oportuno de la informaci�n.
Pero los beneficios del IoT, no se limitan a una industria en particular, pueden ser tan variados como la creatividad lo permita, desde los deportes, farmacia, transporte, medicina, seguros, medicina y hasta la moda.��
Pero esto exige una gran dependencia sobre los servicios de Cloud, el an�lisis e inteligencia de grandes vol�menes de datos, que impulsa por ende los procesos de Big Data, una arquitectura de los servicios basados por eventos en tiempo real, la identificaci�n de los dispositivos (tomando en cuenta el agotamiento del direccionamiento IPv4 y el surgimiento del IPv6), as� como el aseguramiento de los dispositivos y la informaci�n. Todos estos son aspectos necesarios al pensar en la implementaci�n de una infraestructura de IoT para cualquier organizaci�n o empresa.
Evidentemente, la seguridad de la informaci�n es un punto medular en cualquier estrategia tecnol�gica, de all�, que no se puede ni siquiera pensar en incursionar en una soluci�n de IoT, sin tener primero la estrategia de seguridad que respaldar� el servicio.
Tal y como lo indica Perkins (2014), deben de incorporarse en cualquier estrategia de ciberseguridad, cuatro elementos:
� Confidencialidad
� Integridad
� Disponibilidad
� Seguridad
Por otro lado, los dispositivos por s� mismos, no generan valor, si no existe una adecuada integraci�n contra los servicios de �back-end� de las organizaciones, aquellos que proveen el n�cleo de los negocios en las empresas y donde residen en la mayor�a, sus datos e informaci�n principal.� Debe existir una adecuada integraci�n con los servicios e infraestructura de la organizaci�n, para que la informaci�n y servicios provistos por IoT, tengan valor.
La mejora continua y el ajuste a nuevos requerimientos de negocio, debe ser el centro de la estrategia corporativa en cualquier implementaci�n de IoT en la empresa, la forma en la cual hoy se dise�a e implementa la tecnolog�a, dista mucho de los esquemas tradicionales basados en modelos de cascada, asociados a una serie secuencial de fases dependientes, para lograr un producto; por el contrario, la tecnolog�a actual y la necesidad de contar cada vez m�s con soluciones que puedan adaptarse r�pidamente a los cambios del entorno y del negocio, han propiciado que las tecnolog�as y t�cnicas �giles, tengan un mayor protagonismo en la implementaci�n de nuevas soluciones y el IoT, no escapa a esta m�xima.
La interoperabilidad seg�n Gracia (2017), se convierte en un requisito fundamental, de manera que permite a los dispositivos de IoT interactuar con diferentes tipos de hardware, protocolos de comunicaci�n y conectividad, en un entorno, en el cual, existe una amplia gama de opciones y se requiere garantizar la compatibilidad entre los dispositivos y los elementos de la infraestructura corporativa; pero esto debe ser contemplado desde las fases iniciales de identificaci�n de requerimientos y dise�o del servicio.
Sniderman et. al, (2016) en su investigaci�n para la empresa Deloitte, indican como los ciclos de cambio para las tecnolog�as basada en IoT, evolucionan con respecto a los modelos tradicionales, anteriormente un fabricante dise�aba y lanzaba un producto con base en las condiciones del mercado, producto y retroinformaci�n que recib�a de los consumidores; ahora bien, bajo el contexto actual, en un� mundo altamente tecnificado y en el cual, la conectividad es parte del entorno cotidiano, el sentido del control y previsibilidad cambian, ahora no solamente un fabricante puede variar la funci�n central de su producto en cualquier momento, mediante una actualizaci�n, sino que tambi�n los socios, pueden hacer los mismo con alg�n componente clave. Los factores de cambio y la evoluci�n son m�s r�pidos y complejos.
El reto est�, en dise�ar productos y servicios capaces de adaptarse a los constantes y repentinos cambios del entorno, para lograr esto, una organizaci�n debe evolucionar, por lo cual, debe tener una conjunci�n entre los procesos, las personas y la tecnolog�a.
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El sector financiero costarricense como se ha mencionado anteriormente, ha sido de los que m�s inversi�n ha realizado en la modernizaci�n de la infraestructura tecnol�gica y la prestaci�n de servicios a trav�s de Internet, lo cual, ha propiciado la Banca en l�nea y en los �ltimos a�os a trav�s de dispositivos m�viles, adaptando la interfaz y los servicios de acuerdo con la demanda de los clientes. Seg�n el INEC (2017), el uso por parte de la poblaci�n costarricense, cada vez mayor de dispositivos m�viles, ha hecho que la cantidad de transacciones por este medio equipare o supere en algunos casos a las transacciones electr�nicas realizadas por medios tradicionales a trav�s de un navegador en un computador personal.� La portabilidad y capacidad de ubicuidad que permite Internet, ha hecho que la demanda por servicios financieros 24 horas al d�a, sea una necesidad y obligaci�n al mismo tiempo para las entidades financieras.
Ahora bien, hasta el momento se ha comentado sobre esquemas tradicionales, en los cuales existen personas f�sicas, ingresando a los aplicativos para realizar transacciones financieras o la utilizaci�n de los servicios a trav�s de dicho canal; pero �qu� pasa con el IoT?, ya que, ahora se habla de dispositivos, �c�mo se integra esto con servicios financieros?, en esta disertaci�n se tratar�n de prever escenarios en los cuales, en un futuro no muy lejano, se integren dispositivos en el consumo o interacci�n con servicios financieros, de los cuales, algunos ejemplos podr�an ser:
1. Automatizaci�n de pagos por servicios p�blicos
2. Automatizaci�n de planillas y cargos recurrentes
3. Transferencia de fondos para pago de servicios
4. Identificaci�n biom�trica para el acceso a servicios financieros o autorizaci�n de transacciones
5. Billeteras digitales en m�viles o
�weareables�
6. Monitoreo de clientes
Actualmente los mecanismos tradicionales, implican muchas labores manuales en las cuales, existen personas que deben leer los medidores para determinados consumos de servicios.� Imaginemos por un momento, un mundo en el cual, estos medidores est�n conectados a Internet y cuentan con la informaci�n y registro de los abonados. Podr�a establecerse un mecanismo de comunicaci�n, para que estos dispositivos registren el consumo del servicio (agua, electricidad, gas, etc) y a partir de ello generen la facturaci�n y solicitud de pago del servicio directamente a las cuentas bancarias o tarjeta de cr�dito del abonado; esto simplificar�a los procesos de medici�n, facturaci�n y pago, reduciendo considerablemente los costos operativos de las empresas, mejorando los esquemas de pago y por ende una mejor prestaci�n del servicio.
Para esto se requiere una integraci�n entre los dispositivos de los proveedores de servicio y los sistemas financieros.� A su vez, brinda informaci�n importante de patrones de consumo y podr�a suministrar datos para el aprovisionamiento de capacidad instalada y demanda futura del servicio.
Existen procesos de pago que dependen de validaciones e intervenci�n humana. En algunos casos, como trabajos por destajo, el pago se efect�a contra cantidades o productos producidos, imaginemos por un momento dispositivos que puedan identificar a las personas tipo
�weareables�, con la informaci�n requerida para realizar una transacci�n de pago por la realizaci�n de un trabajo o cantidad entregada de un producto.
Lo que existe es una interacci�n entre dispositivos asociados a las personas, que permiten identificarlas y tener informaci�n b�sica, dispositivos de las empresas encargadas de la medici�n, registro y tr�mite de pago con las entidades financieras, que, en �ltima instancia, reciben, procesan y registran la transacci�n.
La prestaci�n de diversos servicios es parte de la realidad y cotidianidad de todas las personas, todas en alg�n momento brindan o consumen un determinado servicio; en algunos de los casos se utilizan medios que podr�an estar dotados de la capacidad para ejecutar alg�n tipo de transacci�n; pensemos por un momento en una situaci�n en la cual, llegamos con nuestro veh�culo a una estaci�n de servicio por combustible, el veh�culo se comunica con los dispositivos de la estaci�n para autorizar dispensar combustible, ya sea alguien que lo suministra o nosotros mismos; se consume cierta cantidad de litros, al finalizar y regresar el dispensador a su base, el dispositivo tiene la informaci�n necesaria para calcular el importe y gestionar el cobro respectivo por consumo de combustible, sin que haya mediado la presentaci�n de efectivo o medios de pago como tarjetas con la estaci�n; sino que, en su lugar, existe una interacci�n entre dispositivos (veh�culo y estaci�n de servicio) para realizar una transacci�n financiera para el pago de combustible, ya sea por transferencia electr�nica de fondos, o bien un cargo a tarjeta de cr�dito.
Las posibilidades en este sentido son tan extensas como la imaginaci�n lo permita, lo que se requiere es la conexi�n a Internet de los dispositivos y la l�gica de interacci�n, negociaci�n y tr�mite de la transacci�n.
Actualmente existen mecanismos de identificaci�n y control biom�tricos que permiten autenticar a los usuarios de servicios espec�ficos.��
Bajo la misma premisa, asumamos un servicio de Cajeros Autom�ticos, para el retiro de efectivo o la realizaci�n de transacciones financieras; actualmente se requiere un medio f�sico (tarjeta) y una clave de acceso para establecer un mecanismo de seguridad de dos factores, algo que se tiene y algo que se conoce.� En esquemas robustos de seguridad se incorpora un tercer elemento �algo que es�, en esto, el factor biom�trico brinda la posibilidad de incrementar los mecanismos de seguridad (alguien no autorizado podr�a tener la tarjeta y la clave, pero nunca podr� replicar los rasgos biom�tricos que son inherentes al individuo).
Esto requiere de dispositivos capaces de realizar la identificaci�n biom�trica e interactuar con algoritmos de reconocimiento y bases de datos, para la identificaci�n y autenticaci�n respectiva.
Cada vez m�s los usuarios, prefieren la utilizaci�n de mecanismos �contacless� para la realizaci�n de pagos, de all� que las tarjetas de d�bito y cr�dito han venido evolucionando para incorporar dicha tecnolog�a.
As� mismo, el mercado ha incorporado la posibilidad de utilizar dispositivos m�viles, como los tel�fonos inteligentes para la incorporaci�n de las credenciales e informaci�n crediticia que permita realizar transacciones y pagos con el dispositivo m�vil.
Los �wearables� entendidos como dispositivos de uso personal, que est�n conectados a Internet y pueden ser utilizados para la medici�n de datos personales (signos vitales, desplazamiento, entre otros), tambi�n pueden ser utilizados como mecanismo de pago al incorporar la informaci�n necesaria para realizar dichas transacciones, por lo que ahora relojes, pulseras u otros dispositivos personales, permiten ser utilizados como medio de pago.�
Indudablemente, para las entidades financieras, conocer m�s acerca de sus clientes, gustos, preferencias, patrones de compra, h�bitos de consumo; le permitir�n orientar sus estrategias de penetraci�n y colocaci�n de productos de una forma m�s inteligente, permitiendo ahorrar costos y ser m�s eficientes.
La interacci�n entre dispositivos, genera una gran cantidad de informaci�n, que debe ser procesada de m�ltiples fuentes y de manera no estructurada, lo que implica grandes esfuerzos de las empresas en la incorporaci�n de tecnolog�as como Big Data para el manejo de grandes vol�menes de datos, que permitan catalogarla, relacionarla, procesarla y generar un valor agregado que oriente las acciones en funci�n de la estrategia corporativa.
Las empresas que no apuesten por un manejo de la informaci�n para orientar su estrategia, tendr�n una desventaja con respecto a los que s� lo hagan, corriendo el riesgo de desaparecer al no competir en un entorno altamente cambiante.
Los elementos anteriormente expuestos, representan grandes retos para el sector financiero costarricense, por lo que deben de incorporar en el corto plazo dentro de la estrategia corporativa y tecnol�gica, acciones tendientes a la adopci�n de IoT como posibilidades de negocio, el manejo de grandes vol�menes de informaci�n no estructurada (Big Data) que permita a partir de su procesamiento extraer informaci�n importante sobre los gustos, preferencias, h�bitos de consumo y capacidad crediticia y financiera de los clientes; esto con el fin de potenciar la prestaci�n de servicios financieros de forma �gil y oportuna, con un enfoque hacia la estrategia de la organizaci�n. Demandas de los clientes por IoT
Innegablemente el curso tecnol�gico acelerado, continuar� con su crecimiento exponencial, brindando m�s temprano que tarde, una necesidad en los consumidores finales, que demandar�n a las entidades financieras por soluciones que incorporen el IoT como parte de su plataforma.
Aquellas entidades financieras que sean capaces de ajustar su infraestructura y adaptarla a estas nuevas necesidades, tendr�n una ventaja competitiva con respecto a las otras. Tomando la frase de
Miguel de Cervantes, �el que luego da, da dos veces� (1615).
Las Tecnolog�as de la Informaci�n (TI) y el desarrollo de las ciencias de la computaci�n en general, han experimentado un crecimiento exponencial en los �ltimos 65 a�os, lo que ha producido en la sociedad cambios en los patrones de conducta, comportamiento, consumo e interacci�n social, dando un cambio de paradigma en el cual, cada vez m�s se genera una dependencia de la tecnolog�a intr�nseca al quehacer humano y su subsistencia.
Ahora bien, el avance tecnol�gico no debe visualizarse como un aspecto negativo, siempre y cuando contribuya al mejoramiento de las condiciones de existencia humana, facilitando las comunicaciones, procesamiento y gesti�n de la informaci�n, as� como el mantenimiento de los sistemas que brindan confort, seguridad, agilidad y constituyen una mejora en el quehacer y convivencia de las personas.
La evoluci�n de las tecnolog�as, implican nuevas formas de hacer las cosas; con el advenimiento del Internet se visualiz� una nueva posibilidad de comunicaci�n y comercio, que ha venido transform�ndose en un mecanismo de prestaci�n de servicios tecnol�gicos que son consumidos por demanda, facilitando el acceso y su uso, as� como la potenciaci�n de nuevas posibilidades como el Internet de las cosas (IoT) y las relaciones de negocio y funcionalidad asociadas a �ste.
Particularmente, el sector financiero, tiene una amplia gama de posibilidades para desarrollar nuevos servicios e integraci�n con los existentes, a partir de la adaptaci�n de la infraestructura de las organizaciones a las demandas y necesidades de sus clientes, con el fin de brindar mayores posibilidades de servicios financieros.
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Rolando Serrano Villalobos, es miembro del cuerpo docente de la carrera de Ingenier�a en Sistemas Computacionales, con alrededor de 14 a�os de experiencia en docencia en la Universidad Latina de Costa Rica; cuenta con estudios de Bachillerato en Ingenier�a Inform�tica y Licenciatura en Ingenier�a Inform�tica con �nfasis en Gerencia de la Universidad Internacional de las Am�ricas, Maestr�a Profesional en Computaci�n e Inform�tica de la Universidad de Costa Rica. Su experiencia profesional se ha desarrollado en el sector financiero costarricense, espec�ficamente en el Banco Nacional de Costa Rica alrededor de 24 a�os; desempe�ando en los �ltimos lustros puestos de liderazgo en diferentes �reas de tecnolog�a, tales como: Jefe de Acreditaci�n y Aseguramiento de Infraestructura, Jefe de Operaci�n y Monitoreo de TI, Jefe de Soporte de Infraestructura Tecnol�gica.