ODONTOLOGÍA VITAL JULIO-DICIEMBRE 2020 41

López, K., Carro, E. H. (2020) Deflexión de agujas dentales 30G: Comparación de cinco marcas comerciales.

Odontología Vital 33:37-42.

la penetración. Con la mayoría de los dentistas informando el uso de agujas más pequeñas, es interesan- te determinar si estas agujas más pequeñas tienen un mayor poten- cial de fractura y si existe una dife- rencia significativa en la deflexión de las agujas dentales más utiliza- das (Robison et al , 1984).

Las agujas dentales generalmen- te tienen un calibre externo que varía de 0.3 a 0.5 mm (agujas de calibre 30 y calibre 25 respectiva- mente) que muestran una mayor resistencia a la deflexión a medida que aumenta el calibre. Los facto- res relacionados con la desviación son: aleación de metal y cantidad de silicio, calibre, longitud y orien- tación de bisel.

Según Allen (Allen,1989), las agujas dentales de calibre 30 son las más apropiadas para las inyecciones de bloqueo del nervio dental inferior, ya que son lo suficientemente rí- gidas para no romperse, es menos probable que se desvíen de la di- rección de penetración y puedan penetrar fácilmente en el nervio dentario inferior (Delgado-Molina

et al , 2009).

En este contexto, Cooley (Coo- ley,1979) justificó en su estudio que el calibre interno puede influir en la incidencia de la desviación ya que el uso de calibres externos si- milares facilita la rotación. Por otro lado, Wittrock (Wittrock et al , 1968) encontraron que el calibre interno en agujas 30G era un parámetro variable entre los fabricantes. Esto explicaría la diferencia en el rendi- miento de las agujas del mismo ca- libre externo, pero confeccionado

por diferentes fabricantes (Delga- do-Molina et al, 2009). Lo anterior, podría justificar los resultados del presente estudio, ya que a pesar de que todas las agujas fueron 30G, las mediciones de deflexión variaron entre las diferentes marcas comer- ciales.

Mientras Aldous (Aldous, 1968) in- formó que se produjo menos des- viación con agujas de mayor cali- bre, Cooley y Robison (Cooley et al , 1979) descubrieron que la cantidad de deflexión con agujas de calibre 27 y 30 era casi idéntica. Por otro lado, Robison et al . (Robison et al , 1984) estudiaron las características de deflexión de las agujas de cali- bre 25, 27 y 30 y descubrieron que la mayoría de las agujas no presen- taban diferencias estadísticas en la cantidad de deflexión. Hochman y Friedman (Hochman & Friedman, 2000) observaron que las agujas de calibre 25 se desviaron menos que las agujas de calibre 27 y 30 en hi- drocoloides y salchichas. Sin em- bargo, en cera, la aguja de calibre 27 se desvió más que las agujas de calibre 30 y 25.9. Por lo tanto, todas las agujas se desvían alejándose del bisel y la relación entre la cantidad de deflexión y el calibre de aguja parece no ser clara.

Estudios futuros podrían abordar la asociación entre diferentes cali- bres de aguja y el éxito anestésico (Steinkruger et al , 2006).

Se sugiere que las agujas de acero inoxidable fabricadas en la actua- lidad están bien confecionadas y pueden resistir flexiones severas. Actualmente, la selección del cali- bre de aguja que utiliza el dentista no parece estar basada en métodos o pruebas científicas.

Cada médico basa su elección de aguja en la interpretación indivi- dual de la literatura, la experiencia clínica y, sobre todo, la preferencia personal (Robison et al , 1984). La desviación de la aguja puede ser beneficiosa para la correcta co- locación del anestésico si el bisel está orientado adecuadamente. No es necesario utilizar agujas de mayor calibre cuando se controla la dirección de la desviación (Da- vidson, 1989). La colocación inco- rrecta de la aguja puede provocar

incluso efectos fatales durante la administración de la anestesia. Por lo tanto, para un diagnóstico y tra- tamiento médico efectivo, la aguja debe alcanzar su objetivo previsto con desviaciones mínimas (Ng et al , 2013).

CONCLUSIONES

En la odontología, la aguja para la aplicación de la anestesia lo- cal es uno de los materiales más utilizados en la práctica diaria. La inyección de anestésico local es el método principal para prevenir el dolor en los procedimientos clíni- cos dentales. La anestesia general- mente es efectiva, pero el fracaso de la técnica es posible debido a diferentes causas, que incluyen la baja efectividad del anestésico debido al tipo de tratamiento, las variaciones anatómicas, la falla de la técnica anestésica por parte del operador, la falta de conocimiento sobre estructuras anatómicas y las causas patológicas y psicológicas.

Cuando ocurre una falla, el cur- so de acción más común consiste en infiltrar una segunda dosis del anestésico, que generalmente tie- ne lugar sin reemplazar la aguja. Sin embargo, realizar la repetición de la inyección con la misma aguja puede causar dolor o daño tisular asociado con la deformación de la punta del bisel de la aguja, sumado a los defectos en la fabricación de estas. En ocasiones, la aguja puede desviarse del sitio de inyección, ha- ciendo también que la deflexión de ésta sea una causa de fracaso en la aplicación de anestesia local.

Se recomienda a los profesionales que se realice una examinación previa de las agujas para poder de- tectar posibles imperfecciones que puedan llevar al fracaso en la técni- ca de aplicación de anestesia local y/o posibles complicaciones trans

y posoperatorias.