ODONTOLOGÍA VITALP. 56
Revista Odontología Vital
No. 38, Vol 1, 45-58 2023 I ISSN:2215-5740
por autores como Jaimes Del Castillo
et al. (2018), 70.33%; Vertucci (1974), 75%;
Al-Qudah Awawdeh, (2006), 73.8%; de
Oliveira et al. (2009), 82.5%.
La segunda variación más prevalente
fue el tipo III, con el porcentaje de
4.44%. Esta variación también fue la
más prevalente en estudios realizados
por Jaimes Del Castillo et al. (2018),
13.76%; Leoni et al. (2014), 28%; Milanezi
de Almeida et al. (2013), 16%; Vertucci
(1974), 18.22%.
Por otra parte, se encontró
disconcordancia con los estudios
realizados por Rahimi et al. (2013) y
Al-Qudah & Awawdeh (2006) donde
sus hallazgos fueron que la segunda
variación más prevalente fue el tipo
II, presentaron porcentajes entre 10-
18%. Estas discrepancias encontradas
en estos resultados se relacionan con
el número de muestras analizadas,
metodología y técnicas empleadas
en comparación con nuestro estudio;
con respecto al número de muestras
examinadas se diferenciaron que en la
mayoría de los estudios fueron mayores
en comparación al nuestro, razón por la
cual se encontró mayor porcentaje de
variaciones anatómicas a parte del tipo I
según la clasificación de Vertucci.
En relación a las técnicas empleadas,
Neelakantan et al. (2010), realizaron
un estudio comparando la tomografía
computarizada Cone Beam y la
radiografía digital con respecto
a la técnica de diafanización que
fue el Gold Standard de dicha
investigación. Los resultados de
esta investigación concluyeron
que la tomografía computarizada
Cone Beam obtuvo un 99% de
concordancia entre los evaluadores
que fueron tres endodoncistas y dos
radiólogos maxilofaciales, frente
al 82% de concordancia obtenida
mediante el análisis con radiografía
digital (Neelakantan et al. 2010). Es
por esta razón, que los resultados
obtenidos en nuestro estudio reflejan
una información más certera en
comparación con otras técnicas
empleadas.
En relación con los cortes tomográficos,
en nuestro estudio logramos identificar
que solamente se logra observar el
segundo conducto en los cortes axiales
y sagitales, estos resultados coinciden
con los encontrados por Calderón &
Fernanda (2019) y Gómez Outomuro
(2019), que en ambos estudios se
realizaron los tres diferentes cortes
(coronal, axial y sagital), pero solo se
logró identificar la variación anatómica
en los cortes axiales y sagitales.
Conclusión
De acuerdo con los resultados
obtenidos en el presente estudio
podemos concluir que la presencia
de un segundo conducto en dientes
anteroinferiores fue de un 11.60%.
Tomando en cuenta las piezas
dentales se encontró que 1 de cada
10 piezas anteroinferiores y que 2 de
cada 10 pacientes pueden presentar
un segundo conducto en los dientes
anteroinferiores basado en la muestra
recolectada en el estudio.
Con respecto a la clasificación de
Vertucci se encontró un mayor
porcentaje del tipo I con 88.40% y
el de menor porcentaje fue el tipo
VI con 1.37%; razón por la que el
especialista está en la obligación de
tener el conocimiento de las variantes
anatómicas presentes en este grupo
dentario, apoyándose en la tomografía