
80 ODONTOLOGÍA VITAL ENERO-JUNIO 2020
INTRODUCCIÓN
Los lipomas son las neoplasias
benignas mesenquimáticas más
comunes del cuerpo humano; for-
madas por adipocitos maduros,
frecuentemente envueltas en una
cápsula fibrosa.1 Es llamado tu-
mor universal, ya que podemos
encontrarlos en cualquier parte del
cuerpo; sin embargo, se localizan
comúnmente en los espacios sub-
cutáneos o retroperitoneales 2, ya
que estos con-tienen tejido graso. 3
Los lipomas comprenden la mayor
tasa de incidencia entre la cuarta y
quinta década de vida con un pico
de incidencia a los 40 años; res-
pecto a la predilección por sexo,
algunos autores la encuentran en
mujeres4, otros autores documen-
tan lo contrario, especificándola
en hombres5, y también podemos
encontrar otros autores que esta-
blecen una distribución igual en
ambos sexos.6
Existe un mayor índice de aparición
en sujetos con obesidad o dislipide-
mia; sin embargo, el metabolismo
del lipoma es completamente in-
dependiente de la grasa regular del
cuerpo. Si el consumo calórico es
reducido, los lipomas no disminu-
yen de tamaño, aunque la grasa en
general del cuerpo se pierda.7
Dentro de sus características histo-
lógicas encontramos que el lipoma
oral se describe como una neoplasia
de adipocitos maduros, de carácter
benigno y crecimiento lento gene-
ralmente. Esta neoplasia es indistin-
guible morfológicamente del tejido
adiposo normal, sin embargo, los
lipomas suelen tener una cápsula
de tejido fibroso y se ha demostrado
que el tejido adiposo del lipoma no
se utiliza para producción de ener-
gía durante periodos de inanición,
como sucede con el tejido adiposo
normal. El tejido adiposo se presen-
ta en dos formas básicas, como gra-
sa blanca y grasa café. 7,8
Corresponden al 4-5% de los tumo-
res benignos del cuerpo. Estos va-
rían en tamaño y se localizan más
comúnmente en el tejido subcutá-
neo, como crecimientos nodulares
asintomáticos de tejido blando. 9,10
La mayoría de los lipomas se obser-
van en el tronco y en las porciones
proximales de las extremidades, el
15-20% de los casos aparecen en la
región de cabeza y cuello; sin em-
bargo, los lipomas orales son más
inusuales y comprenden tan solo el
2,25% de todos los lipomas y úni-
camente el 2,4% de los tumores be-
nignos de la cavidad oral. 9,10
El sitio más común de aparición
de los lipomas orales, es la mucosa
bucal, que comprende el 38,6% de
todos los casos, ya que es una re-
gión abundante en tejido adiposo,
seguidos de la lengua, labio, piso
de boca, glándulas salivales ma-
yores, área retromolar, encía y pa-
ladar duro, ya que tiene muy poca
cantidad de tejido adiposo por lo
que su incidencia en esta región es
baja. Este patrón es consistente a la
cantidad de depósitos de grasa en
la cavidad bucal. , 11, 10, 12, 13
El 6-7% de los pacientes con lipo-
mas presentan lesiones múltiples.14
Algunos muestran más de un lipo-
ma oral mientras que otros presen-
tan un solo lipoma en la cavidad
bucal y en otras partes del cuerpo. 15
Los lipomas se clasifican clínica-
mente como solitarios, múltiples
y congénitos (lipomatosis difusa
congénita). Pueden ser encapsula-
dos o difusos. Los lipomas difusos
son raros y aparecen en tejido sub-
cutáneo del cuello y pueden exten-
derse a áreas mayores. La forma
encapsulada se encuentra dentro
las neoplasias benignas más co-
munes. 16,17
De acuerdo con la clasificación la
Organización Mundial de la Salud
modificada en el 2013; entre los
tumores lipomatosos benignos,
se incluyen los lipomas clásicos y
sus variantes: angiolipoma, lipo-
ma condroide, miolipoma, lipoma
de células fusiformes/pleomorfi-
co, lipoma difuso proliferativo e
hibernoma. 18 Todas estas con ca-
racterísticas clínicas e histológicas
específicas. Estos subtipos micros-
cópicos no tienen importancia clí-
nica en relación con el comporta-
miento de los tumores.
Los lipomas orales generalmente
se presentan como nódulos sub-
mucosos móviles, indoloros, con
una ligera coloración amarillenta y
suelen ser asintomáticos. Los casos
sintomáticos o con signos clínicos
evidentes son aquellos que alcan-
zan un gran tamaño, de tal mane-
ra que modifiquen la deglución, la
fonación, la relación maxilomandi-
bular o desplacen tejidos adyacen-
tes, causando asimetrías de cara
o cavidad oral. En algunos casos,
el tejido blando puede presentar-
se como un nódulo fluctuante. Es
por estas características clínicas,
que otras lesiones, tales como los
quistes dermoides y epidermoides
y los quistes orales linfoepiteliales
se pueden considerar en el diag-
nóstico diferencial de los lipomas
orales. 19,20
La tomografía computarizada y
la resonancia magnética nos per-
miten realizar un diagnóstico rá-
pidamente; sin embargo, la histo-
patología sigue siendo el estándar
de excelencia para determinar qué
tipo de lesión es.21
Posee un bajo potencial de ma-
lignización, para el diagnóstico
certero es necesario realizar una
correlación clínica con los hallaz-
gos histológicos clásicos. La dege-
neración de los lipomas orales a
la forma de liposarcoma, es extre-
madamente rara y su diagnóstico
diferencial se debe realizar de los
fibromas por irritación y de las ma-
nifestaciones clínicas de la enfer-
medad de Recklinghausen, la cual
Odontología Vital Enero-Junio 2020. Volumen 1 No. 32 Año 18